miércoles, mayo 31, 2006

Pensamientos políticamente incorrectos

Seguro que a ti también te ha pasado. Lees o ves algo en tu entorno o en los medios de comunicación, te surge una duda, la dices en voz alta... y algunos de tus amigos te miran como si fueras un monstruo. Si te ha ocurrido esto puede que sea porque has encontrado un "punto débil" en la lógica de la opinión pública comúnmente aceptada. Es decir, has preguntado algo que todo el mundo prefiere dar por sabido para no tener que pensar mucho, o por miedo a enfrentarse a una corriente bien-pensante o alguna otra buena causa.
Te propongo que en los cmentarios a este post, pongas los ejemplos que te parezcan oportunos sobre este asunto. Los dos primeros son míos... ambos tiene que ver con la política, pero eso es casualidad. (Bueno, casualidad no, es que en política hay mucho de esto...)

5 comentarios:

elemento dijo...

"la democreacia es buena"
Entonces, ¿como es que hitler ganó unas elecciones?

elemento dijo...

"un hombre, un voto"
siempre había creído que esa m´ñaxima aseguraba la igualdad de los votantes, pero...
Resulta que el Parlamento Vasco tiene 75 parlamentarias elegidos a partes iguales entre sus las tres provincias.
Pero como en Álava hay diez veces menos votantes, resulta que el voto de un alavés vale diez veces más que el de uno de bilbao, por ejemplo ya que un parlamentario que se presente en Bilbao debe conseguir diez veces más votos que uno que se presente en Vitoria para conseguir su escaño.
¿No va esto en contra del espírito del aforismo "un hombre un voto"?

El Cremero dijo...

Yo encuentro agotador no abandonarme en algunas cosas. Debemos, en mi opinión, aceptar en buena medida la sabiduría popular. Lo que nos hace mejores (no que otros, sino que nosotros mismos) es saber cuándo preguntarse por algo.

Este sentido está desarrollado de manera distinta en cada persona, dándose los dos extremos: el "lobotomizado" y el "escéptico radical". En mi opinión el primero no tiene cabeza, y el otro no la puede usar por tenerla demasiado ocupada.

Comencemos por preguntarnos: ¿por qué preguntar? Ahí suele estar el error de la mayoría.

elemento dijo...

Preguntar a veces es coimo estornudar: inevitable....

ileana dijo...

invierte la pregunta.. es en realidad la democracia buena?

fragmento:

Una de las escenas más interesantes sobre las tipologías de las formas de gobierno fue escrita por Heródoto en el siglo III a.C. Tres personajes, en su obra "Historias" participan en un debate sobre la mejor forma de gobierno que debe ser instaurada en Persia después de la muerte de Cambises.
Veamos su desarrollo.
"Cinco días después de que los ánimos se habían calmado, los que se habían sublevado contra los magos deliberaron acerca de los acontecimientos todos; y fueron pronunciados discursos, ciertamente increíbles para algunos de los griegos, y sin embargo, fueron pronunciados.
Otanes propuso entregar el poder al pueblo persa y argumentó su propuesta de la siguiente manera:
Me parece que ninguno de nosotros debe ser hecho monarca: sería una cosa desagradable e injusta; pues vísteis la insolencia de Cambises, hasta dónde se levantó y también habéis participado de la insolencia del mago.
Pero cómo podría ser cosa ordenada un gobierno monárquico, si al monarca le está permitido hacer lo que quiera sin responder ante nadie? La monarquía haría salir incluso al mejor de los hombres de su norma natural, cuando tuviese tal poder. La posesión de grandes riquezas genera en él la prepotencia, y desde el inicio la envidia le es connatural; y teniendo esas dos cosas, tiene toda la maldad: en efecto, realiza las acciones más reprobables, unas dictadas por la prepotencia, otras por la envidia.
Parecería razonable que el monarca-tirano fuese un hombre sin envidia, desde el momento en que tiene todo. Pero se ha hecho al contrario de esto para con los súbditos, pues odia a los pocos buenos que han quedado, se complace con los peores, presta gran atención a las calumnias.
Y lo más absurdo de todo: si en efecto lo admiras mesuradamente, está apesadumbrado, porque no es muy bien honrado; y si alguno lo honra mucho, está molesto como con un adulador. Pero ahora diré lo que es más grave: trastorna las leyes patrias, viola mujeres y mata por capricho.
En cambio el gobierno del pueblo lleva en primer lugar el más bello de los nombres, isonomía (igualdad de derechos políticos); y, en segundo lugar, nada hace de aquellas cosas que un monarca hace. Pues por sorteo se ejercen los cargos públicos, los magistrados son obligados a rendir cuentas del ejercicio del poder, toda decisión es sometida al voto popular. Propongo, pues, que nosotros rechacemos la monarquía para dar poder al pueblo; pues todo es posible para el mayor número.
Esta fue la opinión de Otanes.
Pero Megabyso exhortaba a entregarse a la oligarquía, diciendo esto:
Lo que Otanes dijo para abolir la monarquía, eso también queda dicho por mí; pero lo que aconsejaba, conferir el poder al pueblo, se ha apartado de la mejor opinión, pues nada hay más obtuso y prepotente que una multitud inepta.
Y, ciertamente, de ninguna manera es aceptable que unos hombres, huyendo de la insolencia de un tirano, caigan en la insolencia de un irresponsable populacho. Pues si aquél hace algo, lo hace dándose cuenta; pero a éste ni siquiera le es posible darse cuenta. Pues, cómo podría darse cuenta quien no ha sido instruido, ni ha visto ningún bien, y se precipita, lanzándose sin inteligencia sobre los acontecimientos, semejante a un tormentoso río?
Así pues, válganse de la democracia aquellos que piensan hacer daño a los persas; pero, nosotros, habiendo elegido a un grupo de los mejores hombres, invistamos a éstos con el poder, ya que en ellos estaremos nosotros mismos y es natural que de los mejores hombres sean las mejores decisiones.
Así pues, Megabyzo aportaba esa opinión.
Y Darío exponía el tercero su opinión diciendo:
Lo que dijo Megabyzo acerca del gobierno popular me parece haberlo dicho correctamente, no así lo concerniente a la oligarquía. Pues propuestas tres cosas y siendo todas muy buenas en principio, es decir, la mejor democracia, la mejor oligarquía y la mejor monarquía, afirmo que ésta es muy superior. Pues nada mejor podría aparecer que un solo hombre, el mejor; ya que, utilizando tal criterio, administraría intachablemente al pueblo; así también se mantendrían más en silencio los planes políticos contra los hombres malévolos.
En una oligarquía, entre quienes practican la virtud para el bien público, es fácil que nazcan grandes enemistades personales: cada uno de ellos quiere ser el jefe y hacer prevalecer su opinión; por eso, ellos llegan a odiarse recíprocamente; de aquí brotan las facciones, y de las facciones el delito. Del delito se llega a la monarquía, que por ello se muestra como el mejor gobierno.
Y a la vez, cuando el pueblo gobierna, es imposible que no se origine la corrupción en la esfera pública; la corrupción no genera enemistades, sino sólidas amistades entre malvados: los que actúan contra el bien común lo hacen conspirando; y tal cosa existe hasta que alguno, habiéndose puesto al frente del pueblo, calma a los tales. Y de entre ellos, éste es entonces admirado por el pueblo; y, siendo admirado, aparece siendo monarca. Y también por esto es claro que la monarquía es la mejor forma de gobierno.
Y para, resumiendo todo, decirlo en pocas palabras: de dónde ha habido libertad para nosotros y habiéndola otorgado quién? Acaso de parte del pueblo o de la oligarquía o del monarca? Tengo, por tanto, la opinión de que nosotros, habiendo sido liberados por un solo hombre, debemos mantener el régimen monárquico y conservar nuestras buenas instituciones patrias. Pues no hay cosa mejor.
En esta escena tan antigua está reflejada, en el fondo, la situación actual de nuestros pueblos.

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Yo todavía no he resuelto qué forma de gobierno es la más adecuada..
-cuál es la forma de gobierno más justa, más eficaz y más eficiente?